Las personas son solo recordadas por tres cosas.
Muchas generaciones han poblado y formado el mundo actual. Y entre las cosas que han registrado a lo largo del tiempo una condiciona el propósito en la vida. Parece que los seres humanos están programados para recordar a otros por tres razones: su carácter, sus relaciones y sus contribuciones.
El mensaje que se está recibiendo de generaciones pasadas es:
- Vivir la vida como personas de buen carácter
- Conectarse con los demás a través del amor y la compasión
- Contribuir con cosas e ideas significativas
¿No son estos elementos claros para el análisis de propósitos ulteriores? ¿No interponen con suficiencia ésa claridad que se necesita en la vida?
Ser una persona de buen carácter es fruto natural del proceso de encontrar la mejor versión de sí mismo.
Conectarse con los demás a través del amor y la compasión es la forma más inteligente de colaborar en el propósito común de garantizar la libertad para ser auténticos. Servir, ser útiles en el agregado social.
Y por último, contribuir con cosas e ideas significativas representa tener claro que el paso por este mundo es efímero, pero que por lo mismo no tiene porqué carecer de significado.