Hay áreas clave que se deben fortalecer en las empresas ante un periodo de crisis como el actual. Todos los sectores se enfrentan a muchos cambios y los empresarios tienen que mantenerse alerta para implementar las medidas adecuadas y mitigar los efectos de la crisis. En estos momentos, las auditorías son importantes para detectar los posibles puntos débiles de la empresa.
Auditoría en Córdoba de cualquier empresa que en momentos de desaceleración quiera saber por qué las ventas están cayendo. Es importante distinguir entre lo que se debe exclusivamente a la crisis y lo que tiene que ver con un mejor trabajo de la competencia y un descuido de alguna de las áreas de la empresa propia.
Una auditoría financiera ofrece la capacidad de la realización de la planificación, informes y análisis del rendimiento. Esa auditoría para empresas supone un estudio de todo el proceso, desde los sistemas hasta las personas que los utilizan. Las respuestas que de esa observación se obtienen son las base para las decisiones que se han de tomar. Se puede realizar este proceso de manera interna pero siempre es más recomendable utilizar los servicios de un tercero que sea imparcial y más objetivo.
Qué hay que hacer en la situación actual
Identificar correctamente las necesidades reales del mercado objetivo de la empresa y la capacidad de adaptarse a los cambios de los nuevos tiempos son cruciales para aumentar la eficiencia en un mercado cada vez más competitivo.
Ante esta situación, en la que es difícil acotar con certeza la intensidad y duración de las crisis sanitaria y sus efectos económicos, es importante que cada empresa comprenda a qué retos se enfrenta. En muchos casos se trata de aspectos comunes en casi todos los negocios y que una empresa de auditoríaes capaz de detectar y alertar al empresario, dada su experiencia en otros negocios similares. De ahí la importancia de hacerse con este servicio.
Son de esperar una caída de la actividad por una demanda menor en algunos productos o servicios, cambiar las expectativas a corto plazo, retrasos en los pagos o problemas con refinanciaciones. Las empresas afrontan serias dificultades para el cumplimiento de sus políticas fiscales, laborales y mercantiles.
La duración de la crisis sanitaria, la primera que se ha de atajar, probablemente sea a corto plazo, pero la económica llegará más lejos. El alcance global de la epidemia permite suponerlo así, basándonos en las consecuencias de crisis globales anteriores. Probablemente incluso cambien ciertos hábitos de los consumidores.
Tampoco tenemos claras cuáles van a ser las nuevas imposiciones por parte de la Administración y aquí sí que hay que estar bien asesorado para no saltarse ninguna normativa. Se pueden contemplar escenarios en los que los espacios para la clientela se puedan aprovechar menos o en los que el control sanitario sea más exigente, incluso en los puntos de interacción con el cliente. Así que más allá de obsesionarnos por cuánto durará, es necesario tener controlado que se dan respuesta a todos esos cambios.
¿Por qué una auditoría?
Porque el empresario ha de pensar en que probablemente la recuperación de esta crisis sea más acelerada que la de 2008, pero con un enfoque de cambio en su modelo de negocio para el que tiene que estar bien asesorado. Porque el auditor reconoce todas las operaciones de la empresa y verifica que se cumpla con la regulación, esa que es tan cambiante y que nos puede dar alguna sorpresa. Por esas razones la actividad de los auditores está en constante crecimiento.